🎾 El calendario del tenis ATP y WTA necesita un final en el US Open
Cada septiembre, Nueva York nos regala el escenario más vibrante del tenis mundial. El US Open es ruido, drama, emoción y gloria. La coronación del campeón bajo las luces del Arthur Ashe Stadium parece el cierre perfecto de una temporada… pero no lo es.
En lugar de bajar el telón, el circuito sigue con torneos que muchos aficionados apenas siguen: gira asiática, torneos indoor en Europa y algunos eventos sueltos. Para entonces, los jugadores están agotados, los fans desconectados y la narrativa del tenis se diluye. Por eso, cada vez más voces coinciden: el calendario del tenis ATP y WTA necesita un final claro en Nueva York.
📅 Un calendario del tenis ATP y WTA sin respiro
El tenis arranca en enero en Australia, atraviesa la primavera de canchas duras, el polvo de ladrillo en Roland Garros, la magia del césped en Wimbledon y el verano estadounidense. Cuando llega el US Open, se han jugado ya los torneos más grandes y emocionantes.
El problema es lo que viene después: partidos que apenas despiertan interés fuera de sus mercados locales. Lo que debería ser un descanso se convierte en un calendario interminable que desgasta a todos. Y cuando en noviembre aparecen las Finales ATP y WTA, la sensación es de postre frío: llegan tarde y sin el impacto que podrían tener si el año terminara tras Nueva York.
🏆 El US Open como gran final
Si el tenis terminara en septiembre, el US Open sería el cierre natural:
- Australia abriría el telón.
- Roland Garros aportaría la épica en tierra batida.
- Wimbledon daría la magia del césped.
- Nueva York pondría el punto final con su energía única.
Después del US Open, solo habría espacio para un encore especial:
- La Copa Davis
- La Billie Jean King Cup
- El ATP Finals en Turín.
- El WTA Finals en Arabia Saudita.
Eventos que, al llegar tras un cierre real, se sentirían como una verdadera postemporada y no como un añadido forzado.
🩺 El precio físico y mental
El actual calendario es brutal. Los jugadores apenas tienen una o dos semanas reales de descanso antes de volver a preparar la gira australiana. Esa falta de pausa provoca:
- Más lesiones crónicas.
- Carreras más cortas.
- Bajón de nivel en torneos menores.
Otros deportes entendieron la importancia del off-season: la NBA, la NFL y el béisbol permiten que jugadores y aficionados respiren, descansen y vuelvan con más energía. En tenis, en cambio, el “descanso” es casi inexistente.

💸 El dilema económico: ¿y los jugadores que no son top?
La objeción más inmediata a un calendario más corto es el dinero. No todos los jugadores viven de ganar Grand Slams: muchos dependen de esos torneos de final de año para sumar ingresos y mantenerse en el circuito.
Pero la realidad es que la mayoría de esos torneos ya tienen poca audiencia y escasa cobertura mediática, por lo que tampoco representan un gran escaparate. En lugar de seguir llenando el calendario con competiciones irrelevantes, el tenis podría buscar soluciones más sostenibles:
- Redistribuir los premios: ampliar la bolsa económica de los torneos grandes para que las primeras rondas paguen mejor. Así, los jugadores fuera del top 30–50 también verían recompensado su esfuerzo antes del US Open.
- Aprovechar las giras regionales: organizar ligas locales o torneos de exhibición en la pretemporada (diciembre), donde los jugadores que lo deseen puedan competir y ganar sin desgastarse en viajes interminables.
- Abrir cupos en torneos menores al inicio de año: permitir más accesos a ATP 250 o WTA 125 en los primeros meses de temporada, cuando la motivación es alta y los cuerpos están frescos.
De esta forma, los jugadores tendrían oportunidades reales de ingresos, sin tener que arrastrarse en octubre y noviembre en torneos que no aportan ni prestigio ni visibilidad.
🏆 Un cierre con narrativa clara
Si la temporada terminara en el US Open, el tenis tendría una historia perfecta:
- Australia como arranque.
- Roland Garros con la batalla en arcilla.
- Wimbledon como momento mágico.
- Y Nueva York como gran final.
Después de eso, las Finales ATP y WTA serían lo que deberían ser: un verdadero post-temporada con los mejores del año, no un añadido incómodo a un calendario interminable.
📣 Un llamado a la lógica
El tenis siempre habla de innovación y crecimiento. Pues bien, crecer también es saber detenerse. Darle un final real a la temporada no significa restar, sino sumar emoción, salud y claridad al relato anual del deporte.
Que el US Open sea la última palabra, el gran punto final que todos esperan.
Y que los jugadores puedan descansar, los aficionados extrañar, y el tenis volver con más fuerza cada enero.
🤔 ¿Debe el US Open ser el verdadero final de temporada?
El tenis necesita proteger a sus estrellas, dar aire a los aficionados y recuperar el sentido de una narrativa clara. Por eso hay una necesidad urgente de reorganizar el calendario del tenis ATP y WTA. ¿No sería mejor que el US Open marcara el punto final y que las Finales funcionaran como una coronación?
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